29 feb 2012

¿Una cifra de déficit con trampa?


'Es imposible falsear el déficit como insinuó la fuente de Bruselas'
Cristóbal Montoro, ministro de Hacienda Pública 

La primera reacción que todos compartimos ayer tras conocer la cifra oficial de déficit público, un 8,51% del PIB (lo que es una burrada) fue la de horror. ¿Pero cómo? ¿Tras un año de recortes, seguimos prácticamente igual? ¿Qué clase de catástrofe o malgasto ha vaciado las arcas de nuestro Estado? El sueldo de los funcionarios ha bajado, una buena parte de los parados que arrojó el estallido de la burbuja inmobiliaria han dejado de cobrar la prestación por desempleo, otro cupo de ellos se ha marchado del país... Muy bien, seguimos gastando en sanidad y educación, y el Estado puede no recibir los ingresos que recibiera otrora, pero un 8,51% en ausencia de grandes programas de inversión pública, en fin, ¡siguen siendo una pasada!

Ahora bien, a lo largo de la jornada una pregunta empezó a atisbar entre analistas y expertos: ¿refleja realmente la cifra la evolución del saldo de las cuentas públicas?

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28 feb 2012

De felicidad y seres humanos

Hace un par de días, The Economist publicaba los resultados de un estudio relevante que trataba de indagar sobre una de las preguntas que, si bien nunca están de actualidad, uno siempre presupone que están presentes, y que no es otra que: ¿Somos felices? ¿Estamos en el camino de serlo? 

Dicho estudio no consistía sino en una encuesta en la que ciudadanos de diferentes países habían de definirse como ‘muy felices’, ‘bastante felices’, ‘no muy felices’ o ‘definitivamente infelices’. Los resultados, como se puede apreciar, saltan a la vista:
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23 feb 2012

Las entrañas del modelo austríaco

En economía, denominamos ‘paternalismo’ al hecho de que el Estado gestione los recursos del individuo para evitar que éste los gestione mal. En principio puede parecer absurdo: ¿por qué habría nadie de decirme qué debo hacer con mi dinero? Más no lo es necesariamente. Podría plantearse de otra forma: ¿por qué no ahorrarías un mínimo, cuando tienes ingresos, de cara a una posible falta futura de los mismos?

Pues en esto vendría a consistir, ni más ni menos, el modelo conocido como ‘la mochila austríaca’ que tan fervientemente defienden las importantes plataformas de difusión de teoría económica Fedea y Politikon. El debate, por supuesto, está servido.


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22 feb 2012

Por un contrato único indefinido

Para sorpresa de unos cuantos, el fantástico portal de Politikon ha lanzado una campaña por medio de Actuable para pedir la implantación del contrato único indefinido en España.

Puede que sea una jugada extraña: No son precisamente un baluarte del método de firma online. El caso es que, si te preguntas de qué va el tema, o por qué habrías de firmar por la creación de un contrato único indefinido, la web creada para explicarlo te acercará a las respuestas necesarias: http://uncontratoparaemplearlosatodos.es/

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21 feb 2012

Si los salarios caen

Nota importante: Nótese que escribo sobre lo que pasaría si bajasen los salarios, no menciono en absoluto que se reduzcan también los costes de despido.

Cuando se habla de que en España hace falta una bajada generalizada de salarios, uno de los argumentos más recurridos que se contraponen es el siguiente: Si bajan los salarios, baja el consumo, y eso es malo para la economía. Pues bien, puedo equivocarme, pero me atrevería a decir que no es así como funciona:

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15 feb 2012

¿Por qué la crisis ha sido tan dura con los países más ricos?

Cuando una persona comienza a interesarse por la economía, una de las primeras cosas que aprende es que la ‘actividad económica’ puede distribuirse prácticamente en tres sectores (materias primas, industria y servicios) y que conforme un país se enriquece estos sectores van ganando mayor o menor peso los unos sobre los otros. Un país pobre tendrá, por lo general, una actividad prácticamente dirigida a la obtención de alimentos, mientras un país rico dedicará casi toda su actividad a la producción de servicios.

Pues bien, la razón por la que esto sucede es evidente: Lo prioritario, para nosotros, es comer y beber; lo prescindible, que te sirvan la comida o te calienten el café.

¿Qué pasa? Que llega un momento en el que gran parte de la estructura productiva de un país rico se fundamenta en estas actividades ‘prescindibles’, con todos los peligros que esto entraña. Peligros como el hecho de que si un día nos da a todos por necesitar ahorrar, el 20% de los empleos del país no sirvan para nada.



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