5 feb 2013

¡Somos unos privilegiados!

Artículo enviado por Nuria Marchante:

Con la que está cayendo hoy en día, lo habitual es que de una pareja uno de los dos este en el paro, o ya se les haya terminado. Esto implica que con la mitad de ingresos se ha de hacer frente a todos los pagos (hipotecas, seguros, gasolinas, comidas, luz, agua, impuestos, internet, móviles…), con esto estamos desarrollando una actitud austera, sólo gastar lo imprescindible, y hacer maravillas con una sola aportación. Por tanto, creo que nuestra parte la hemos cumplido, se nos pedía austeridad y esfuerzo, pues bien creo que no hay ninguna familia “trabajadora” que no sepa lo que significa esa palabra, bueno sí, las familias de los políticos.

Se han llenado la boca pidiendo al país austeridad, recortes, y esfuerzo. Y mi pregunta es: ¿a cambio de qué? Porque no hemos recibido nada, ni trabajo, ni bajada de impuestos, ni ayudas… bueno sí, hemos recibido la noticia de que el partido político que nos ha pedido esos esfuerzos, aparte de cobrar sus respectivos sueldos, se adueñan de otras cantidades de dinero que provienen de nuestros esfuerzos.
Ante esta situación, creo que a todos se nos queda cara de idiotas, nos arde un sentimiento de impotencia y generamos desprecio hacia la figura de los políticos, ellos mismos se encargan de desacreditarse continuamente con todos estos escándalos de corrupción. Pero vivimos en una época en la que reina el conformismo, tal vez porque los que en su día lucharon por tener lo que hasta hace un tiempo teníamos están hartos de guerras o ya se sienten mayores, y las nuevas generaciones no creen en ideologías políticas, ni se sienten parte de esta sociedad. Ya no hay pensamientos de izquierdas o de derechas porque el único pensamiento que hay es el de llevarse dinero ajeno y hacer relaciones importantes para tener una buena jubilación o un buen puestazo. Se ha hecho la bola tan grande, hay tanta gente implicada con estos intereses que parece imposible deshacer una red tan grande e influyente.

No vemos solución, ni políticos capaces de ser honestos y poder mirar por el interés común, simplemente no confiamos en nadie.

Ante este panorama, las personas que hoy en día mantenemos nuestro trabajo se nos reconoce como “los privilegiados”, no niego que lo parezcamos, porque mensualmente recibimos una cantidad en el banco, pero ¿a costa de qué? Al igual que los políticos, los empresarios también se aprovechan de las crisis, y saben que hagan lo que hagan o exijan lo que exijan los trabajadores van a seguir en la empresa. Te piden que trabajes más horas, que te esfuerces más, el ambiente de trabajo se tensa, la presión entre compañeros aumenta y las discusiones surgen diariamente, pero tienes que aguantar porque no hay ninguna opción, no hay ofertas de trabajo, ni valentía para arriesgarse a cambiar. Esto provoca estancamiento en las empresas, y en muchos casos frenan su evolución.

Así que el sentimiento de impotencia, e indignación se suma al de los demás, pero eso sí podemos ir con la cara bien alta por la calle porque no robamos dinero, no hacemos sobornos, no mentimos a millones de personas prometiendo algo que sabemos de antemano que no lo vamos a cumplir, simplemente nos esforzamos por sobrevivir de la mejor manera posible, así que nos podemos considerar unos privilegiados, porque podríamos dar clases de esfuerzo y enseñarles a los que manejan el dinero cómo administrarlo.

7 comentarios:

  1. Lo peor de todo es que en vez de dar explicaciones se limitan a decir: y tú más. Y no se dan cuenta de que con esa actitud lo único que consiguen es que la gente deje de creer en la política y que piensen que son una casta que solo vela por sus intereses.

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  2. Enhorabuena Nuria,reflejas muy bien el sentimiento de muchos de nosotros desde un punto de vista muy cercano y real.Tengo la esperanza de que con estos ultimos escandalos cambie la tendencia.Espero leerte mas.

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  3. Está muy bien lo que dices Núria, eso se llama conciencia social, ójala muchos y muchas como tú se mentalicen que esta sociedad solo la podemos cambiar nosotros. No se cambia sola. Los políticos se no van a ir voluntariamente. Hay que dejarlos fuera, no votandoles, están demasiado aislados de la realidad. Solo conocen y valoran su mundo de privilegios, enchufes y corruptelas. No podemos dejar que el tiempo u otra generación venga a cambiar esto. Nosotros tenemos esa responsabilidad para los que vengan detrás. Enhorabuena Núria y gracias por abrirnos los ojos.

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  4. Nuria un articulo muy interesante, que refleja la realidad de lo que pasa en esta sociedad
    de conformismo en la que hemos caido, incluso a dar por bueno que metan la mano en el cajon
    que no deben. Muy bien redactado sin acritud sin insultos y opinando sobre el calibre de estos
    politicos que nos piden que nos apretemos el cinturon a los currantes, mientras ellos no se
    quitan ni uno solo de sus privilegios que no son pocos. Espero que algun dia no muy lejano
    se den cuenta deel error qque estan cometiendo. ENHORABUENA

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  5. Tienes toda la razón, me gusta que gente joven como tu tenga opión y principios.

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  6. Hola Nuria, me llama Pascual amigo de Mario. Me gustaría que leyeses este artículo en el programa de radio Gente Corriente. Espero tu respuesta. Un saludo.

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    1. Por supuesto, muchas gracias. Ya hablo con Mario para ir. Un abrazo

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