Escrito por Miguel Puente Ajovin en Caótica Economía / @caoticaeconomia
Hoy he querido hacer un pequeño análisis simplificado (muy simplificado) de la similitud en la estructura productiva de nuestras regiones, en este caso, las comunidades autónomas, para intentar destacar la importancia de dos de sus determinantes, la estructura del gasto familiar (demanda interna) y la estructura educativa de la población (oferta). A parte de ciertas curiosidades estadísticas, veremos como la educación es un determinante claro para la estructura productiva.
Sobre la similitud
Como digo, no vamos a ver directamente la estructura productiva de cada comunidad autónoma, sino la similitud que hay entre dos comunidades autónomas. Por ejemplo, imaginemos que la economía tiene solo dos sectores {A,B}. La región 1 tiene la estructura {1,0}, es decir, el 100% de los que produce es del sector A, y la región 2 {0,1}, es decir, el 100% de lo que produce es del sector B. Ambas regiones serian totalmente diferentes.
Utilizando una simplificación del índice Finger-Kreinin (que utiliza el peso de cada sector económico sobre el total) podemos estudiar la similitud con estructuras más complejas, es decir, con más sectores. Este índice nos dará un valor de 0 si las dos regiones a comparar son totalmente distintas y de 1 si son totalmente iguales. Un valor mayor, por tanto, implica mayor similitud.
Es importante también elegir la escala a la que vas a dividir los sectores. Si solo elegimos dos sectores las regiones van a salir mucho más similares que si desagregamos la producción en 100 sectores, puesto que las especializaciones (y por tanto las diferencias) de las regiones surgen sobre todo en sectores concretos.
¿Importa la similitud?
Dos regiones que compartan una misma estructura productiva (o, más específicamente, un mismo patrón de especialización productiva), serán más proclives a competir, tanto por atraer inversiones externas como atraer demanda, de la misma manera que dos empresas iguales tenderán a competir más que dos empresas distintas. A la hora de estudiar la competencia y colaboración entre diferentes regiones (o unidades geográficas), es importante conocer este tipo de factores.
Pero aquí no hemos venido tanto a eso, que exigiría un estudio algo más específico y completo, sino a echar un vistazo a las cosas que más puedan ser de interés.
Similitud entre regiones
Lo primero que podemos hacer es observar directamente las similitudes entre regiones. Al ser 17 comunidades autónomas (excluyo a Ceuta y Melilla), tenemos 153 relaciones.
El nivel sectorial escogido es el que da el INE, que divide la producción en 22 sectores. Es poco, pero servirá. He cogido 2008 para recopilar todos los datos.
¿Cuáles son las dos comunidades con una estructura económica más similar? Aragón y Galicia.
¿Y las dos comunidades más diferentes?
Madrid y Extremadura.
¿Cuál es la comunidad con una estructura económica media más diferente al resto? Madrid.
¿Y la que tiene una estructura económica media más similar al resto? Murcia
En cierto modo todo bastante esperable. Madrid, entre otras cosas por ser la capital, tiene una estructura económica bastante más diferenciada que el resto. Pero la rivalidad traspasa la frontera del futbol (por decir algo light): La comunidad más pareja a la de Madrid es Cataluña. Lo cual implica desde el principio que estas dos comunidades son muy proclives a competir. Justamente, como decía anteriormente, la competencia en la atracción de inversiones ha sido totalmente patente este verano con la pugna por la adjudicación de Eurovegas.
Determinantes de la similitud
Preguntarnos porqué dos regiones tiene cierta similitud en su estructura es, en cierta forma, preguntarnos qué determina esa misma estructura productiva, aunque de una manera indirecta.
Cuando pensamos en lo que conforma que una región se especialice en uno u otro sector, tenemos varias teorías explicativas que podemos utilizar (y de diferentes ramas de la economía). Pero aquí estamos en un grado muy poco especializado (22 sectores), y solo voy a emplear tres factores explicativos: De demanda, oferta y espacial.
Para explicar la similitud productiva voy a emplear la similitud en la estructura del gasto de las familias de cada región (demanda, que divide el gasto familiar en 12 clases), la similitud en la estructura educativa (oferta, que divide la población según su nivel de estudios) y si ambas regiones son parte de la costa o del interior.
Utilizando logaritmos para poder obtener los efectos en tasas de crecimiento, un estudio econométrico simple nos dice el efecto que un aumento en la similitud de los factores explicativos tiene en la similitud productiva:
Si aumenta en un 1% la similitud de la estructura del gasto familiar entre dos regiones, aumenta en un 0,443% la similitud de la estructura productiva. El efecto es aun mayor si aumenta la similitud a nivel educativo. Y muy pequeño si ambas regiones son de interior o de costa.
Lo que nos dice este pequeño análisis estadístico es que dos regiones con una estructura educativa y una estructura del gasto familiar similares tendrán una mayor similitud en su estructura productiva. Por tanto, podemos decir que, en cierto modo, el gasto familiar y la estructura educativa son parte de la base que genera y fomenta una cierta estructura productiva.
Si bien el condicionante de la oferta es ampliamente estudiado, la demanda es muchas veces relegada a un segundo plano a la hora de explicar la especialización productiva (es necesario destacar a Linder como máximo exponente de la demanda interna como factor explicativo del comercio y la especialización productiva).
Educación. Un motor importante
La educación no es solo un determinante importante, sino que además es el único que podemos mejorar (es muy intrusivo, a la par que ineficiente, intentar cambiar la estructura del gasto familiar, no así el nivel educativo de una región).
El porcentaje de analfabetos superaba en 2008 el 4% en cuatro comunidades autónomas: Andalucía, Castilla La Mancha, Extremadura y Murcia. Y es inferior al 1% en seis: Cantabria, Castilla y León, Madrid, Navarra, País Vasco y La Rioja. Pueden parecer diferencias pequeñas, pero denotan de por si que algo falla. La heterogeneidad regional, tanto a nivel de empleo (no costaría mucho establecer un paralelismo con la tasa de paro) como a nivel productivo, dependen de la propia heterogeneidad del nivel de estudios de nuestras regiones, y eso es un lastre si queremos tener un país cohesionado. Más aun si queremos establecer políticas conjuntas que permitan a este país salir adelante, en una especialización de mayor valor añadido en vez de la asiatificación (¿existe esa palabra? porque debería) a la que nos vemos abocados.
Podemos hacer otra regresión para ver el impacto del nivel educativo en la estructura productiva en los dos extremos.
% de producción básica (sector agrario e industrias extractivas):
% de producción altamente tecnológica (información y comunicaciones, actividades profesionales, científicas y de recreación):
Así, aumentar en un 1% la cantidad de gente con un titulo superior, disminuye en un 0,063% la actividad agraria y aumenta en un 0,347% las actividades de mayor valor añadido. Caso parecido con el aumento de población con educación secundaria.
La educación por tanto es fundamental para establecer un patrón adecuado que permita a España especializarse en aquellos sectores que más fácilmente nos permitan competir a nivel internacional.
Las tasas de analfabetos han llegado a niveles altos hasta 2008 seguramente impulsados por la inmigración, y ha ido bajando poco a poco, del 2,4% en España en 2008 al 2,2% en 2011. Pero es importante seguir escalando, tanto a nivel general como en la homogeneidad regional.
Y también es importante, además de las cifras cuantitativas, las cualitativas. Y a ese respecto, los recortes en materia educativa a los que nos vemos (y nos vamos a ver) expuestos, no van a fomentar (si no todo lo contrario) la estructura económica adecuada.
Conclusión
Estudiando la estructura productiva de las regiones podemos saber la similitud existente entre ellas y, por ende, la proximidad a nivel competitivo. Dos determinantes claros de la estructura y de la similitud entre dos regiones es la estructura de gasto de las familias y el nivel de estudios de la región. Este ultimo es unb factor fundamental en la generación y potenciación de sectores de valor añadido que permitan, no solo a cada región, sino al conjunto de España, el impulso necesario para cambiar el llamado “modelo productivo”.
Mezcla de obviedad y simplicidad analítica, espero que les haya resultado interesante.
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Referencias: