Escrito por Julián P. en El circo del euro
Las incontables mentiras de este gobierno en tan solo cinco meses hacen casi imposible pasar revista a todas ellas. Solo las acumuladas en los días previos al rescate y durante las posteriores comparecencias de De Guindos y Rajoy darían ya para llenar varios folios. Por eso nos vamos a centrar en hacer un breve comentario sobre una en particular que se ha repetido con frecuencia. Naturalmente, alude a “la herencia recibida”
Una de las explicaciones favoritas y recurrentes en el argumentario del Partido Popular sobre la situación actual de nuestro sistema financiero es que se ha llegado a ella porque en su momento el anterior gobierno no tomó las medidas suficientes de saneamiento del mismo, por lo que es su culpa haber llegado a la presente situación, que finalmente ha abocado al rescate (eufemísticamente denominado por el Gobierno como "línea de crédito en condiciones extremadamente favorables").
Esto es sencillamente falso. A título de ejemplo, el año 2008 cerró con una tasa de morosidad oficial del 3,286%. En marzo del 2012, dicha tasa oficial se sitúa ya en el8,37%. La real en ambos casos es muy superior y seguirá creciendo en la medida que la situación económica continúe deteriorándose.
Por muchas medidas que se hubieran tomado antes, el deterioro tan rápido de los balances bancarios no habría cambiado la situación actual. Aunque se hubieran impuesto mayores provisiones, el dramático empeoramiento de las cuentas de resultados bancarias y el enorme aumento de la morosidad hubieran igualmente llevado a las mismas instituciones actualmente en riesgo, inexorablemente a la quiebra en cualquier caso.
El problema no es pues que no se tomaran medidas para reforzar suficientemente las provisiones de los bancos o cualquier otra medida de reforma del sistema financiero por parte del gobierno socialista. Lo que nos ha abocado a esta situación es -una vez más- que las políticas de ajustes llevan inexorablemente a un empeoramiento de la situación económica general que afecta directamente a las cuentas de los bancos y del Estado, haciendo imposible cualquier solucion.
Mientras no se admita la abrumadora evidencia de que las actuales políticas neoliberales han fracasado y solo logran empeorar la situación y provocar sufrimiento en los ciudadanos, el problema no se solucionará. Como algunos analistas, incluidos varios premios Nobel de Economía (que naturalmente para los defensores de las medidas actuales, "no tienen ni idea") vienen preconizando, solo una política orientada al crecimiento que incluya reducciones de tipos y un mayor nivel de inflación en las economías centrales del euro, fundamentalmente Alemania, podrá arreglar la dramática situación que estos políticos neoliberales confabulados contra sus ciudadanos están imponiendo erróneamente con mano de hierro.
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