Estimado Sr. Presidente,
En primer lugar, discúlpeme si el tratamiento no es el correcto. Hace tiempo que olvidé aquello de ilustrisima, reverentísima, magnífico, magnánimo y esas cosas. Creo que el señor es lo suficientemente educado.
Quiero aprovechar la ocasión para felicitarle por su elección del pasado 20 de noviembre de 2011. Fue un resultado contundente, aunque la fecha elegida por su antecesor fue un poco maligna, por decirlo suave. Los que tenemos una cierta edad conocemos el significado de esa fecha y, la verdad, nos resultó curiosa.
Hasta aquí las alabanzas. Lo primero que quiero manifestarle es mi malestar con sus decisiones, la primera la elección de sus ministros. No debe usted tener mis contactos, pero le mandé unos cuantos mensajes en twitter para que se pusiera en contacto conmigo. No debe usar usted mucho las redes sociales, porque no recibí ningún mensaje suyo. Y no estando Yo, los elegidos no me gustaron mucho. El uno, el Sr. Montoro, porque le conozco de otros tiempos y, la verdad, no me inspiraba mucha confianza. Como convecino mío, su fama no es muy buena por aquí. Aun así, le conferí el beneficio de la duda y. la verdad, me ha decepcionado. Había que hacer ajustes, estoy de acuerdo, pero el sentido (y la sensibilidad) de los mismos me pareció equivocada desde el principio (aquella rueda de prensa del 30 de diciembre). En mi blog le he dejado algunas recomendaciones, y en twitter en su momento le di otras alternativas. Se las resumo: tasa Tobin, reforma fiscal completa, subida del IVA en tres puntos y bajada de las cotizaciones sociales en cinco, reordenación del gasto hacia actividades productivas en la actualidad, no tocar el IRPF ni los impuestos sobre el sector inmobiliario, no establecer la deducción por adquisición de vivienda, etc. Y sobre todo una, tenemos que crecer para solucionar todos nuestros problemas. Sin crecimiento será imposible solucionar nuestros problemas; sólo con reducciones de gastos y subidas de impuestos, como ha quedado demostrado en Grecia, y también en España, únicamente conseguiremos incrementos del déficit.
El otro, el Sr. De Guindos, no me pareció nada bien. No sólo por sus antecedentes, sino porque no me convencía ni cuando le leía los domingos en el diario El Mundo. Y no me confundí. Ha hecho dos reformas financieras que no han servido para nada y, ahora, tendrá que hacer una tercera tutelada por Europa. Si, ya sé que me dirá usted que el problema era la herencia y la gestión del gobernador. Pero estaremos de acuerdo que la situación no se ha manejado nada bien y que los problemas han crecido en estos seis meses, hasta el punto que nos han tenido que rescatar el sistema financiero. Y, sobre todo, que teniendo a su cargo un ministerio que se llama de Economía y Competitividad ni ha cuidado de la primera (estaremos de acuerdo que la situación tiende a empeorar) ni ha hecho nada por la segunda (seguimos igual que estábamos y sin visos de mejorar, más bien con tendencia a empeorar). Por lo tanto, no sirve de momento para nada. Por favor, cámbielo. Tiene ahora mismo a un señor en paro (¡ya me gustaría a mí estar en paro de esa forma!) a un economista con cierto prestigio en Europa y conocimientos suficientes para tutelar la nave: el Sr. González Páramo. Y, cuando le cambie, ya que usted es el coordinador de la política económica, por favor, dígale que tenemos que crecer urgentemente para solucionar nuestros problemas. Parecerá pretencioso, pero he introducido en mi blog algunas medidas que pueden ayudarle: moratoria en el pago de las hipotecas durante un año, devaluación interna con la política fiscal, política monetaria expansiva (pueden ustedes hacer algo interno también, se lo aseguro).
Y ya puestos, dado que tiene usted una buena relación con la Sra. Merkel, por favor, que haga políticas expansivas para que su inflación suba más que la nuestra y el ajuste no sea sólo con dolor interno. La famosa teoría del sufrimiento de los incumplidores hará que Europa desaparezca, porque el proyecto inicial era con todos, no sólo con unos pocos muy listos y aplicados. Tienen ustedes que convencerla o quitarle el poder, una de dos.
He dejado para el final el tema escabroso del rescate que hemos pedido. La fase crítica empieza ahora, con la negociación de las condiciones. Y Europa ya está tomando partido. Los mensajes que llegan no son nada positivos, por lo menos hasta que haya gobierno en Grecia. Tienen que mostrarse duros para que los griegos no se sientan perjudicados. Y eso no nos conviene en absoluto, Más les valdría ponerse todos de acuerdo para camelarse a los griegos y evitar su incomodidad, porque si no nos van a crujir a nosotros. Por otro lado, los ciudadanos somos medianamente inteligentes y lo vivido desde el viernes (por no decir desde antes) no ha sido muy razonable. El problema es que algunos sabemos leer en inglés y lo que dice el comunicado del Eurogrupo asusta y mucho. Por lo tanto, dígannos lo que nos va a ocurrir y así estaremos más seguros, que no tranquilos. Y negocien ustedes con cabeza, que nos jugamos mucho. Sobre todo, hagan ver a nuestros socios que la palabra clave es CRECIMIENTO. Si quiere, me ofrezco a darme de tortas con ellos por conseguir que se hagan políticas expansivas de una vez por todas. Apóyense en Hollande y Monti, que también lo necesitan, por no hablar de otros países que también están mal. E involucren en la negociación al señor Obama, que seguro que está muy interesado en que esto salga bien. Pueden mostrarles artículos de los economistas de prestigio que nos avalan en las demandas de crecimiento (Krugman, Stligitz, Roubini, etc) o incluso de otros menos famosos. Es fundamental que Doña Ángela se convenza que la solución es crecer, no maltratar a los ciudadanos. Si quiere, me ofrezco también para echarles una mano, y gratis. Podemos ofrecer, si le parece, que el Bayern gane la Copa de Europa el año que viene, o que prometemos que si nos cruzamos con Alemania en la Eurocopa nos dejaremos ganar. Haga todo lo posible, por favor.
Ya que es usted al mismo tiempo presidente de su partido, dígale a sus barones autonómicos que recaer todo el efecto del ajuste sobre los ciudadanos es una barbaridad, que hay otros caminos, y que cuanto más puteados estemos peor será para ellos y su recaudación impositiva, que el multiplicador keynesiano existe y se cumple. Podemos llamarle de otra manera (por aquello que la palabra keynesiano provoca en sus mentes liberales), pero no cambia el hecho. Me ofrezco también para explicárselo en una clase magistral de economía, incluso a permitir que asistan a mi grupo de economía por la tarde para que vean lo fácil que es y lo útil que resulta. Hágales ver que lo importante es el crecimiento económico, no la consolidación fiscal porque sí, que reduciendo gastos sin nada más el déficit crece.
Y por último, para no ser muy pesado, ponga en marcha las reformas estructurales que necesitamos de verdad: reforma energética, de la educación, de los mercados de distribución, etc. Seguro que sus ministros se las conocen de memoria. Pero no reduzcan los gastos en educación, sanidad e I+D+i, por favor, que es la clave del futuro. Es más, proponga usted en Europa, en la cumbre por el crecimiento, que se distribuyan fondos europeos para los países que tengan un problema de competitividad (entre los que nos encontramos, obviamente) dedicados exclusivamente a invertirlos en educación (con programas de mejora de la calidad) y en I+D+i para que seamos más competitivos a medio plazo (incluso a corto plazo, dedicando los fondos recibidos a la creación de empresas de base tecnológica, por ejemplo, con financiación suficiente) y obtener mejoras en nuestros procesos productivos. Creo que si se plantea bien, con Monti como aliado, podemos obtenerlos y mejorar rápidamente en esos campos. Inténtelo.
Sin más, se despide de usted esperando que me haga caso y aproveche la situación para mejorar nuestras vidas. Si me necesita, puede ponerse en contacto conmigo para cualquiera de las tareas que le he indicado. Incluso para otras que aquí no he puesto.
Atentamente,
@juanignaciodeju
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