31 dic 2012

El año en el que ha nacido Econstuff


Llegamos a fin de año. Un año de crisis, de desencantamiento con la economía, de desesperanza política y de confrontaciones entre formas de pensar. No es de extrañar que sea el año en el que ha nacido este portal que, esperamos, aún tenga mucha guerra que dar. 

Desde aquí, algunos editores hemos querido despedir el año con un pequeño resumen de lo que nos gustaría decir. Nuestra pequeña conclusión, a la que nos gustaría sumar también la tuya.

Los autores les deseamos feliz año nuevo a todos. Y gracias por formar parte de esta humilde aventura que es Econstuff ;)




Sapere aude / Atrévanse a pensar - Miguel Puente Ajovín / @Caoticaeconomia

2012 se confeccionaba como un año de esperanza.

Nos habían dicho que empezaríamos a crecer (tal y como ahora nos dicen que lo haremos en 2014) y el cambio político liderado por Rajoy parecía poder insuflar un aire de ilusión y renovación política que acabaría con los males de un pasado que no habíamos entendido del todo.

Y sin embargo, no se mueve.

Las decisiones de política económica, que ya han dejado de ser una decisión nacional (perdiendo así el control de nuestra política monetaria, fiscal e incluso estructural), seguían la estela de unas directrices que siguen resultando contraproducentes. Lo único que cambia es que cada vez está todo más claro.

Nuestras vidas están encadenadas al registro y evolución de cifras como el PIB, el déficit público y la inflación. Los desahucios, la pobreza, el desempleo y la emigración (que no volverá) son daños colaterales, efectos dolorosos de un país que está descolocado, fuera de ese punto de equilibrio macroeconómico que, esperamos, algún día volverá.

Rezamos a San Equilibrio tal y como nuestra ministra de empleo le reza a su virgen, volviendo a los cimientos de la humanidad, donde la filosofía aún no existía e imperaba el mundo de las creencias y el misticismo. Tan bajo hemos caído.

Los comienzos, los retornos, los ciclos, nos dan la oportunidad de retomar fuerzas, de respirar, de hacer un registro de todo lo que ha ido mal y enmendar nuestro propio futuro. Nos da la oportunidad de pedir y proponer aquello que deseamos y podemos conseguir, al menos, en el corto plazo.

Si tuviera que pedir un deseo, sería que dejaran de tomarnos por tontos.

No pido que me hagan caso pues no tendría derecho a imponer una visión personal y (quien sabe), quizás equivocada. Solo espero que algún día permitan un debate abierto, sincero, honesto, inteligente y profundo.

En política seguimos en los albores de una democracia que se ha convertido en la libertad de elegir al dictador menos malo. Un gobierno que no solo se cree por encima, sino que nos trata como tal. Sin debatir las ideas, sin consensuar las políticas y sin explicar las acciones, nos encaminamos a la defenestración del sueño de un pasado que pudo ser y no fue: Un futuro mejor para todos.


Y ante el reto de entender un mundo que, a menudo, resulta caótico y desconocido, la necesidad de retomar las riendas del aprendizaje, de volver al mundo de las ideas, de descubrir una realidad a través de nuestras propias percepciones, se vuelve cada más acuciante.

No solo hay que saber salirse del camino establecido por una docencia estigmatizada, hay que saber andar por un sendero tortuoso en el que nuestra única fuente de vida es el pensamiento.

Hay que atreverse a pensar. 


Por eso mi propósito para 2013 es seguir pensando. Probablemente exija mucho más esfuerzo que ir al gimnasio, pero, os lo garantizo, es mucho más barato y reconfortante.


Dimidium facti, qui coepit, habet: sapere aude, / incipe


¡Feliz 2013!






Un país ‘a la española’ - Germán García Aguilar / @Germangaguilar

Termina un año caracterizado por la intromisión del pensamiento forocochero en nuestro gobierno: ¿Faltan ingresos? Subimos el IVA. ¿Nuestro sector público es ineficiente? Lo privatizamos. ¿Se colapsan los sectores judicial y sanitario? ¡Pues ponemos un copago! ¡Poco importa el largo plazo! ¡La seguridad jurídica! ¡La universalidad! Es todo demasiado sencillo. 

Las personas que toman estas decisiones deberían estar un paso más allá de lo que están tertulianos de televisión o comentaristas de periódico. Deberían sorprendernos con fórmulas elaboradas de no complicada implantación. La devaluación fiscal, defendida desde FEDEA, era un buen ejemplo de a qué me refiero... y la aplicación de la misma, una desagradable broma de mal gusto.

Nuestros dirigentes no están preparados para nada. Poco me importan sus estrellas de combate o galardones académicos, que no hacen sino dar muestra de nuestra pobre calidad educativa si no son capaces de enfocar un problema más allá de lo que lo haría cualquier opinólogo trasnochado. Y lo peor es que la crisis sigue tan viva como el primer día, y los recursos chapuceros de primera instancia se van acabando. ¿Os imagináis a estos individuos gestionando una salida del euro?

Vivimos en tiempos de cambio, y hemos avanzado una barbaridad en la comprensión de la gestión pública, la educación, ¡cualquier cosa a la que ataña a la política, en realidad! Pero seguimos votando a personajes anclados en el siglo pasado, donde los argumentos de cabecera eran los de Keynes, Reagan o Margaret Tatcher. Y es probable que vuestras últimas reuniones navideñas no os hayan devuelto, precisamente, la fe en el voto popular.

¿Mi consejo? Es la hora de implicarnos más en política a la hora de divulgar, pero menos a la hora de vivir. La política es hoy un hobby, mal que me pese, y los hobbies están para disfrutar. Es por eso que tantos ciudadanos se la toman como un Madrid -  Barça, se afanan en manifestarse sin preocuparse por la información pertinente (más accesible e inmediata hoy que nunca) y usan su posición política para ligar. Seamos felices, y hagamos igual. Quizás así alcancemos... al menos una pequeña parte de lo que nos atrevemos a pedir al año que está por llegar.

¡Feliz año nuevo!





Optimismo, no gracias. - Max Greco / @mngreco

Cuando comentábamos con Miguel y Germán sobre escribir unas 500 palabras a modo de despedida del 2012, se me ocurrió ser optimista y dar datos que apoyen mi premisa, que los encontraría, pero como luego comentábamos en twitter, esos datos o gráficos no estarían reflejando la realidad, que es penosa. Así que decidí por una declaración de intenciones y una reflexión. Tratamos de ser mejores en cada artículo, este año ha sido una experiencia genial juntos al resto de editores. 

Quizá no escriba tanto como me gustaría, pero en mi caso abogo por escribir sobre temas que aporten cierto valor añadido, ya que existen excelentes blogs de economía donde seguramente encontrareis información de mejor calidad o más rigurosos. Pero estamos en ello, soy un estudiante de 4º año de económicas que se acaba de dar cuenta lo poco que sabe de economía y lo mal que se enseña, y me gustaría tratar de contribuir en ese aspecto. Este es mi propósito de año nuevo, pensar y leer más, que espero repercuta en el número de post en Econstuff.

Hace unos días me tope con este libro de Tali Sharot, que viene a explicar que somos por naturaleza irracionalmente optimistas (video resumen), y por esto tomamos malas decisiones. Quizá el pesimismo sea una forma de optimismo vista desde esa perspectiva, asumir que vamos a peor y que las “soluciones” no están funcionando, es un paso para empezar a tomar medidas en la dirección correcta. Con esto me refiero a la portada de la expansión que trata de dar un falso optimismo que dan ganas de creerse, pero estaríamos cometiendo un error. La forma de tratar de ser objetivos es ver como empezo 2012 y como terminó y hacer balance, y lamentablemente el balance es negativo, el gobierno se justifica diciendo que sin las medidas estaríamos peor, y que es culpa de la herencia, la que más me chirría. Las cosas no se están haciendo como deberían y leer la prensa se está convirtiendo en un ejercicio de valentía, que día a día socava nuestro estado de ánimo y no solo la prensa, ya simplemente levantarse lo es. 

El único tinte positivo que puedo señalar y que seguro se cumplirá es que en economía hay ciclos y durará más o menos, pero siempre hay un cambio de tendencia, si es culpa nuestra o nos viene exógenamente es la única diferencia, obviamente la primera es la deseable. Como dice el refrán “quien no se consuela es porque no quiere” y es cierto, los más mayores podrán daros ejemplos de épocas peores con guerras y de las que se salió, mal o bien pero salimos. Los costes sociales dependerá del tiempo en que tarde en llegar el cambio de ciclo. Así que señor Rajoy, hay excelentes profesionales en economía que no están de acuerdo con su política, no se de ninguno que no lo esté,  quizá debería escucharles y debatir con ellos abiertamente en un ejercicio de transparencia.

Me han dejado escribir 502 palabras así que: Vale ya!



Cooperación, por favor - Jose Louzao / @joshlouzao
Llevo un buen tiempo sin escribir debido a la falta de tiempo, pero creo que la propuesta de Germán, Max y Miguel merece que aporte mi pequeño grano de arena. Durante este año, el gobierno ha tomado medidas esperadas o no, pero también desesperadas, con el objetivo de alcanzar unos compromisos que previsiblemente no se van a cumplir. A pesar de que soy partidario de que la solución a la situación en la que nos encontramos requiere más Europa, soy absolutamente consciente de que España no puede depender única y exclusivamente de Papá. Nuestro país necesita repensar no sólo el modelo productivo, sino también el sistema político e institucional.
Necesita, como bien mencionan Germán y Miguel, pensar. Un debate claro y abierto en el que el fanatismo se deje a un lado y se busquen soluciones pensadas, no ideologizadas. Porque si dos más dos son cuatro, no trates de que sean cinco. La libertad de opinar es algo maravilloso que no podemos dejar escapar, pero esta libertad debe ir de la mano de la responsabilidad al opinar. Alcanzar el first best en temas de política y, también económico, es algo realmente complicado por no decir imposible dentro de una sociedad libre. Sin embargo, vivir en sociedad significa algo más que el individualismo absoluto, implica perseguir un objetivo común ̶ ampliamente definido ̶ en el que todos debemos remar en la misma dirección utilizando el debate fundamentado y objetivo con el fin de alcanzar un second best en el que, en mayor o menor medida, los intereses de todos aparezcan representados. El esfuerzo de todos es esencial, pero éste sólo será posible si la sociedad percibe que todos están “arrimando el hombro”, de lo contrario el conflicto seguirá reinando entre si el rojo o el azul es mejor. Así que, empecemos 2013 queriendo hacer la “tarta” más grande en lugar de querer ganar la porción más grande de la actual. ¡Feliz año y, parafraseando a Miguel, no dejes de pensar!




Y cerramos 2012 - José Luis Ricón / @JL_Ricon
Max ha comentado arriba que somos optimistas por naturaleza. Me gustaría discutirlo y afirmar que de hecho, somos unos pesimistas natos como menciona Matt Ridley en su libro The Rational Optimist
Pero una cosa es tratar de ser optimista y otra es vendarse los ojos y no querer ver la realidad.
Si algo bueno ha traído la crisis es que ahora parecemos habernos dado cuenta de que todos estamos interconectados, de que lo que se decida u ocurra en un país puede afectar al mundo entero. Vivimos pendientes de la economía y la política, los dos temas estrella desde que empezó todo esto, y en principio un voto útil debe partir de la comprensión de los temas sobre los que se delibera, si bien siendo realistas, afirmar que la teoría económica vaya a condicionar el voto de las próximas elecciones se antoja utópico, ya que realmente las grandes masas – esas que determinan quién gana unas elecciones, y que no están representadas en la tuitosfera de un interesado por temas económicos – siguen retiecentes a entender la realidad más allá de las explicaciones enlatadas del político de turno. Aparentemente, es racional ser ignorante, que diría Caplan. Si el debate político se basase en datos, en ciencia y evidencias y no en ideologías y populismo, seríamos una sociedad mucho más próspera.
2012 ha sido en España el año de las Rajoyadas: de subidas nórdicas de impuestos (¿Queda alguno por subir?*), de reformas no explicadas, de cada vez mayores rescates a bancos, de buenas ideas que no se han llevado a cabo y tristemente, de cada vez más paro. El único dato aparentemente positivo es un repunte de nuestras exportaciones, que de todas formas se antoja insuficiente para sacarnos de la recesión el año próximo, que previsiblemente será peor en lo económico que este, acercándonos inexorablemente al default.
En EEUU la situación no es para menos: El llamado fiscal cliff  y sus efectos estarán sin duda en boca de todos el primer mes del año próximo, siempre y cuando hoy mismo no se logre un pacto para evitarlo. China, si bien crece a tasas que ya querríamos para nosotros, quizá no tenga fundamentos tan sólidos como pensemos .
¿Cómo ser optimista ante esto? 2013 se antoja peor que 2012. De ahí en adelante dependeremos de las decisiones que se tomen en el año. Una posibilidad es que Rajoy baje de la nube y se pase por el INE para comprobar que su política no está siendo todo lo beneficiosa que podría ser y cambie de rumbo. Cosa improbable. La otra, es pensar en que a largo plazo (La cuestión es a qué largo plazo) la crisis debe solucionarse de alguna manera. Esta no es la primera crisis que acontece en el mundo moderno pero quizás sí la más compleja de entender y solucionar.
No obstante ya hay países que han resuelto sus problemas y vuelven a crecer. Sería interesante ver cómo e importar sus métodos a España.
(*) Sí, aún quedan gravámenes por subir 
¡Feliz Año Nuevo!



Y llegaron los zombis - Cristian González Lorenzo / @Mr_Rubio
Éste ha sido un año, como diría alguno, raro raro raro. Independientemente de la economía, de la cual ni me molestaré en hablar, la sensación de que todo estaba cambiando, de que ya no se sentía lo mismo, ha estado siempre ahí.
Twitter. ¿Recordáis aquellos tiempos en los que internet era para freaks, y la gente de bien era la que veía el Telediario 2? Ahora el periodismo se hace en base a trending topics, las noticias nacen en los burladeros electrónicos, los enviados especiales son becarios que buscan vídeos en youtube y de encuestas online nacen portadas de periódicos. Nosotros somos, a la vez, productores y consumidores de la noticia. Y los intermediarios han sabido sacar partido de ello, rebajando costes y calidad, pero generando más interés que nunca.
Apple. Uno nunca deja de maravillarse ante la capacidad de algunas personas para hacer que estés deseando desprenderte de tu dinero. Subir el precio por un producto similar y que, lejos de disminuir su demanda o aumentar marginalmente como bien de lujo, el ser humano lo transforme en un bien de primera necesidad y quiebre conceptos académicos de la economía como la relación entre demanda y precio, o la afirmación de que no es posible crear necesidades, sino sólo satisfacerlas. De nuevo los intermediarios han sabido jugar con los sentimientos, hasta el punto deque algunas personas llegan a cometer locuras con tal de tener lo último de lo último.
Ser humano. O cometerlas porque hay que vender periódicos. O porque hay que ganar elecciones. O porque, al final, algunas personas carecen de todo, esperanza incluida, y sienten que deben tener control sobre lo único de lo que son dueños, su propia vida. Esto no es nuevo, siempre ha existido la mentira, los intereses perniciosos, la muerte... Pero nunca habían salido al ruedo mediático de esta forma, envasados para el consumo. La mentira se acepta, los intereses se comprenden y la muerte genera morbo y debate. A veces me imagino a la sociedad como una persona sucia y descuidada,comiendo palomitas en el sofá mientras disfruta de la televisión en la que, paradójicamente, él es el protagonista.
Y llegaron los zombis. En USA se han producido este año ataques de personas que, habiendo ingerido una nueva droga, se volvieron locos de ira, ganando fuerza y velocidad, devorando la carne de sus víctimas, e incluso rajándose y lanzando sus intestinos a la policía. ¿Os suena familiar? En“28 días después”, el origen del fin de la sociedad inglesa provenía de unos monos infectados de ira. Incoherencia, desesperación, tristeza, pesimismo y, al final, ira. ¿Es esa nuestra infección como sociedad?
Confío en que el 2013 sepa traer el sentido común de vuelta a nosotros. Pero por si acaso, recordadla regla 32 para sobrevivir en Zombieland: disfrutad de los pequeños detalles.
¡Feliz año!




Se acabó - Jaime Bravo / @JaimeMAD

Dice un dicho que lo que bien empieza bien acaba. En nuestro caso, el dicho se invirtió. Ha habido muchas cosas medianamente notables a lo largo de este 2012. Quizá, en nuestro país la más notable fue el ascenso al poder de un nuevo partido político; el Partido Popular obtuvo una mayoría absoluta con la que, el pueblo español, les entregaba el bastón de mando para que, literalmente, hiciesen lo que quisiesen. Y claro que lo hicieron. Esta no es una despedida política. Es una despedida económica con análisis político. Ya sabe que economía y política van de la mano. (De hecho, esa unión se ejemplifican en las conocidas políticas monetarias de las que todo el mundo ha oído hablar.) La analítica de este convulso 2012 nos dice que se han hecho cosas mal. También nos dice que se deberían de haber hecho algunas otras. Este, es mi breve resumen.

Sí al gasto público.

Por cada euro que deja de gastar el Estado se pierde casi 1,5€ de riqueza nacional. La mala austeridad impuesta desde Bruselas y ejemplificada en La Moncloa deprimirá a la economía aún más. Dentro del gasto público hemos visto recortes en sectores tan importantes como es el de la sanidad o la educación. Pero el enfoque del gasto público no debe ser solo para abastecer al ciudadano (que por cierto, es lo más importante) sino para producir un estímulo eficaz en la economía. El aumento de lo que el Estado gasta solo puede suponer un progreso claro. No hace falta recordar que la deuda pública del Estado Español era mucho menor que la deuda que habían contraído muchas de las entidades financieras que se encontraban situadas en nuestro país. Esta diferencia en las diferentes deudas es esencial para entender el papel del Estado como agente.

No a esta Europa

Nuestro continente está experimentando una curiosa mutación. De lo que pretendía ser (una evidente unión idílica en la que todos los países convivirían bien en tiempos de bonanza económica y en tiempos de desaceleración también) queda, a día de hoy, muy poco. Por el contrario: vemos una Europa más alemanizada que nunca con pocos factores interesantes que destacar. Austeridad desde Berlín. Ahora que el país del Bundesbank tiene una serie amenaza de entrar en recesión, quizá cambie su jarabe-para-curar-la-enfermedad.

¡Malditos economistas!

No es de extrañar que la ciudadanía se enfrente al economista común: al fin y al cabo saben que todos fallan sus predicciones y que estas afectan al conjunto de la sociedad. Las determinadas políticas económicas que afectan al ciudadano son sufridas por él. Esto hace que, en 2012, muchas decisiones tomadas no hayan sido acertadas. (Por citar: austeridad, recortes,  falta de inversión, poca confianza etc.)

Regulación 

Para acabar, la que considero más importante. Una desregulación de los mercados nos trajo hasta aquí. Arreglemos lo que una vez fallamos: regulemos los mercados. Solo así nos aseguraremos un futuro económico más próspero. Prohibamos los productos financieros que producen desestabilización en el mercado; paremos la especulación abusiva y regulemos los grandes capitales; ¿es lícito que alguien se ha rico especulando con comida en África? No. Que no les salga gratis.

Feliz 2013.




Arriba, abajo, hasta Alfa Centauri B y más progreso - Marina Muñoz / @Aniwarm

2012 ha sido para mí un buen año. He tenido oportunidad de aprender muchas cosas nuevas, también de reflexionar sobre ellas, de escribirlas y de debatirlas con todos y cada uno de los nuevos amigos en la distancia que he tenido el lujo de conocer. Principalmente ha sido un año de cambios de ideales que ha estado caracterizado por una tendencia negativa en lo económico, para qué mentirnos.


Yo también venía, como Max, dispuesta a dar un punto de vista positivo del año que se nos va, bien apuntaba ahí arriba él que eso es difícil, sino imposible, si queremos ser fieles a la realidad. Sin embargo no voy a desistir. Más que en los datos económicos y sociales que tanto dejan que desear y que tan bien se resumen en este artículo, voy a pensar en los grandes descubrimientos científicos de este año, que a pesar del mal ciclo económico por el que estamos pasando no han cesado.

Este año ha venido marcado por varias subidas, entre ellas una de las que más nos duelen, las de impuestos, junto al paro, seguida por la de la prima de riesgo, la deuda, los desahucios y la fuga de cerebros, entre otras muchas cosas. Pero como he dicho antes, aparcaremos un poco lo malo para centrarnos en que estamos derribando barreras.

Por arriba, cada vez saltamos más alto, llegamos más lejos. Felix Baumgartner ya se encargó de romper la del sonido. Se atrevió a llegar donde nadie había llegado nunca para después saltar a pecho descubierto. También tuvimos la oportunidad de ver cómo el 'Curiosity' ascendió hasta posarse en Marte. Este año hemos llegado más alto de lo que nunca imaginamos y el paro no va a hacer sombra a estos avances, ni siquiera se la va a hacer el balón del penalti de Sergio Ramos que nos hizo reír con los cientos de memes que circulaban por internet (o eso esperamos todos :P).

Por debajo del nivel del mar nunca se había llegado a un punto tan profundo como el que alcanzó el cineasta James Cameron el 25 de marzo: logró sumergirse 10.898 metros hasta el fondo de la fosa de las Marianas en su pequeño submarino, una expedición que llevaba ocho años preparándose. Expediciones que enriquecerán nuestro saber, que están llenas de entusiasmo y curiosidad. No es que seamos pura bondad, pero oigan, no está todo perdido. Nos quedan razones para creer. El tan citado Bosón de Higgs nos recuerda que aún nos queda mucho que descubrir y avanzar.

Hasta la Alfa Centauri B, ese es el siguiente paso. Abrónchense los cinturones, que despega la nave. Parece y es un futuro muy lejano, pero pensemos en que nuestros padres nunca imaginaron que un dispositivo pudiera compartir datos y comunicarse, sin cables, con otros que están en la otra punta del mundo. O que pudiéramos mandar a un robot a Marte o saltar desde la estratosfera sin morir en el intento. La sociedad avanza a pasos agigantados, y también nos podemos agarrar a eso para apuntarnos un +1. Que levante la mano quien no piense que cada vez nos acercamos más a un futuro con coches voladores.

Que ya, que nos prometieron clones , bólidos supersónicos y robots inteligentes que superarían el test de Turing pero como decía mi abuela: "niña, no comas tan rápido que te atragantas. Coge el pan, y empuja. Poco a poco". Todos queremos progreso, pero no sin equilibrio, un progreso que no sea sostenible es un progreso falso, por eso más vale ir despacio y con buena letra.

No quiero dejar pasar esta oportunidad sin dar las gracias a EconStuff y a todos sus editores por hacerme crecer un poco más, y también a todos aquellos nuevos amigos con lo que siempre es un placer discutir. Nos vemos en la red.

Arriba, abajo, hacia la Alfa Centauri B y más progreso. Brindemos.

¡Feliz 2013!





Desde Twitter - Juan Ignacio de Juan / @JuanignaciodeJu

Para finalizar un año de economía, unas previsiones (pesimistas) de 2013:
Terminaremos con un 7% de déficit, 9% con el rescate; deuda cercana al 90% del PIB y una recesión del 1,5%. Para 2013 estaremos dos trimestres, cuanto menos, en la misma situación, y el gobierno se verá obligado a realizar nuevos ajustes, obviamente en aquellos puntos más sensibles: Educación, sanidad y pensiones, al margen del desempleo.

Pese a todo ello, Feliz año nuevo y "prospero" para el que pueda. Para los demás, lo importante será sobrevivir.

Leer más...

21 dic 2012

Al final no hubo Fin del Mundo

Escrito por Juan Ignacio de Juan en El Economista Perplejo

Si uno se encuentra leyendo este post es que, probablemente, el fin del mundo profetizado a partir de los calendarios mayas no haya ocurrido y todo siga igual, es decir, que Rajoy seguirá siendo presidente del gobierno, que Montoro seguirá siendo ministro de Hacienda (por lo menos a corto plazo), que Artur Mas será presidente de la Generalitat con ánimos secisionistas y que Merkel seguirá en el poder en Alemania con el ánimo de aplacar a los manirrotos vecinos del sur. Es decir, que lo mejor hubiera sido que los Mayas hubiesen tenido razón y dejásemos de sufrir.

Porque a partir del 21 de diciembre de 2012 seguirá habiendo desahucios en España que dejen a las familias con deudas astronómicas y sin bienes con las que satisfacerlas. Y, lo que es peor, condenados de por vida a la economía sumergida para no satisfacer unas deudas abusivas, basadas en tipos de interés confiscatorios y con una normativa no ya preconstitucional, sino anterior incluso a la II República y que ningún gobernante (es decir, ni Botin, ni Francisco González, ni Ángel Ron, ni nadie con poder efectivo en España) va a querer cambiar porque les beneficia extraordinariamente.

Y van a seguir las subidas de impuestos a la clase media de este país, ya que, ante una crisis de ingresos públicos, ocasionados por la terrible y espeluznante cifra de desempleo que tenemos, los que firman en el BOE no son capaces de hacer otra cosa que subir y establecer nuevos impuestos que afecta exclusivamente a las clases medias, que son las que con su actividad de consumo y ahorro deberían provocar la salida de la crisis.

En el horizonte un año 2013 especialmente aterrador que empezará con subidas en el precio de la electricidad fijados por una ley irracional que determina un sistema injusto de reparto de las cargas. Hoy se habrá celebrado la subasta eléctrica que implicará una subida del recibo. Y tendremos que satisfacer otra cantidad adicional (vía deuda pública) como consecuencia del déficit que se generará.

Después, un incremento de los precios de las gasolinas y gasóleos por la eliminación de una exención que existía sobre los biocombustibles.

Luego vendrán los copagos sanitarios. Nos van  a cobrar por cualquier servicio que recibamos en materia sanitaria (medicinas, traslados, ortopedias, etc), como medio de producir ingresos para un sistema fiscal agonizante.

Aparecen también las tasas en la justicia, argumentando que eso disuadirá del uso del estado de derecho para frenar los abusos. Pero es meramente recaudatorio, no una medida de racionalización de la justicia.

Se plantean cobrar, incluso, por las inscripciones en el Registro Civil. Y aquí el argumento es más divertido: la gestión de los recursos de la propiedad (en manos de los registradores) generan beneficios, luego en vez de recuperar esos ingresos, establecemos un sistema parecido en el Registro Civil. Con lo cual, a partir de ahora, inscribir a un hijo, o un fallecimiento, o una boda, podría terminar teniendo un coste. El problema es que la ley nos obliga a hacerlo.

Y seguiremos discutiendo una reforma de la educación que se centra en aspectos colaterales del sistema (religión, leguas, etc) pero que no aborda los problemas de fondo del sistema en cualquiera de sus fases, con una desmotivación abusiva de los profesores (catalogados de vagos por dar “sólo” 20 horas de clase), una gestión caótica de los centros por cualquiera que tenga competencias, una mediocre masa estudiantil, con sus notables excepciones. En definitiva, un sistema basado en el equilibrio financiero más que en los resultados y donde, en aras del mantenimiento de ese equilibrio, se perpetúan situaciones que deberían cambiarse. Y, sobre todo, no se aborda el principal problema: la desconexión entre el sistema educativo y el sistema productivo, que debería realizarse mediante la adopción de un verdadero proyecto de formación profesional realmente cualificada y pegada a las necesidades del sistema productivo.

Además, seguiremos teniendo un sistema de pensiones que, dada la situación de desempleo que tenemos, mantendrá sus problemas de sostenibilidad a medio y largo plazo y que nos obligarán a reformar para buscar el equilibrio. Pero el equilibrio significa, para los que firma en el BOE, exclusivamente privatización indirecta vía obligarnos a la forma de un plan de pensiones privado.

En definitiva, que tendremos un sistema social con serios problemas de sostenibilidad por la incapacidad de los gobernantes (los reales y los elegidos). Los tres pilares del sistema de protección social (sanidad, educación y pensiones) camino de una especie de privatización encubierta que augura un futuro poco alentador.

Porque además se abandonan actividades de futuro por el hecho de que no hay dinero, como es el caso de la investigación, y se buscan esos ingresos en actividades prácticamente paralizadas, como es la construcción, sin abordar el problema de fondo que es el cambio en las actividades productivas de la economía. En vez de afrontar una reforma fiscal valiente, se procede a imponer el ajuste en los sectores más castigados, con lo que su capacidad de maniobra empieza a estar agotada y sus posibilidades son ya escasas.

Y se argumenta que es por la ‘herencia recibida’, incluso para aquellos gobernantes que llevan más de veinte años en el poder de la misma administración, lo cual implica que o son ineptos en la gestión, o no tienen argumentos sólidos. O ambas a dos, que no lo descarto.

Porque, ¿qué hay detrás de todas estas medidas que estamos sufriendo? El déficit público no justifica estas medidas, ya que se pueden plantear alternativas para la recaudación de esos importes (por ejemplo: tasa Tobin, tipos del Impuesto de Sociedades efectivo y real próximos, Impuesto del patrimonio, Impuesto sobre el juego on-line). Luego hay algo más: la ideología que impera en el mundo y, especialmente, en Europa, que lleva aparejado el objetivo de alcanzar el 50% del coste de los servicios públicos que se nos prestan sufragados por el usuario directamente. Es decir, abandonamos el concepto de solidaridad que ha imperado en el desarrollo del Estado del Bienestar en el Viejo Continente y lo transformamos por el de sufragar el coste para todo el mundo.

Esa idea, aceptable para aquellos que no creen en la solidaridad, no encaja en la realidad donde, además de los impuestos que nos cobran para sufragar el Estado de Bienestar, se cobra hasta el 50% del coste del servicio. Luego realmente existiría un re-pago de las cantidades, una por la cuota de solidaridad y otra por el copago.

Y serán los ciudadanos quienes, con su esfuerzo, terminen por intentar enjugar las deudas de las administraciones pero quedando sin margen para satisfacer las suyas propias, verdadero problema de la economía española que nadie se plantea abordar. Y, al final, ni podremos pagar la deuda pública (que crecerá hasta más allá del 100% del PIB en el año 2014) ni podremos pagar la deuda que tenemos los agentes individuales, ni podrán pagar las empresas. Pero si podrán pagar los bancos, ya que habremos expropiado la deuda manteniéndoles los beneficios. Pura ideología.

Y no tendremos servicios públicos al 100%, sino que pagaremos por ellos hasta un 50% más y perdiendo la gestión pública de los mismos. Y todo ello con un sistema fiscal obsoleto, con figuras de mediados del siglo XX, abocado al fracaso y sin tener un efecto redistributivo razonable.

En definitiva, que mejor hubiesen tenido razón los Mayas y ahora no tendríamos estas preocupaciones. Ni que leer a este Economista Perplejo.



@juanignaciodeju

Leer más...