18 dic 2012

Estructura productiva y productividad media


Hay dos conceptos que se han estado repitiendo a lo largo y ancho de esta crisis: “Hay que cambiar nuestro modelo productivo” y “hay que mejorar la competitividad de España”.

Obviamente, hay una fuerte relación existente entre ambas ideas. La productividad media de un país, agregado para, por ejemplo, medir en qué grado podemos o no ser competitivos, depende, no solo de las productividades derivadas de cada sector o industria de nuestro país, si no en la forma en la que se estructure nuestro modelo productivo en base a esos sectores.

David Ricardo lo expone bien claro cuando enuncia la famosa y reconocida teoría de la ventaja comparativa como motor de la estructura óptima de producción y exportación: El país se especializará en aquel sector en el que sea, comparativamente, el mejor.

Si damos una pequeña vuelta al modelo tenemos una de las primeras paradojas que se pueden exponer en economía: Aunque un país pueda tener una menor productividad en todas sus industrias (comparado con respecto a otro país), es posible que su productividad media sea superior. Esto se debe a la estructura productiva que cada país tenga. Pongo un ejemplo básico.

Imaginemos dos países, con diez trabajadores cada uno. La economía tiene dos sectores: Producción de libros y Producción de tartas.
En la siguiente tabla podemos ver las productividades de cada sector en cada país (en términos monetarios, también podemos suponer que el precio de un libro y de una tarta es el mismo, lo hacemos para poder comparar entre sectores y luego hacer la media). Es decir, cuanto produce un trabajador en cada sector, según el país.


Libros
Tartas
País A
6
3
País B
5
2

Como vemos, el país B es menos productivo, puesto que un trabajador hará siempre una unidad menos esté en el sector en el que esté.
Sin embargo, imaginemos que la estructura productiva de un país se distribuye de esta forma:
(Aquí podemos ver la cantidad de trabajadores que cada país dedicada a cada sector)


Libros
Tartas
País A
5
5
País B
10
0

La producción total de cada país será, por tanto:
País A: 5*6+5*3=45
País B: 10*5+0*2=50

El país B, por tanto, aun siendo menos productivo de forma individual en cada una de sus sectores, produce más (y teniendo el mismo número de trabajadores, tendrá una mayor productividad) que el país A.

Si se cumpliera la teoría de la ventaja comparativa, este ejemplo no ocurriría. El precio de intercambio de los bienes sería endógeno, y la estructura productiva se adaptaría para maximizar el beneficio que se obtendría gracias al comercio. En un sistema puramente eficiente, los países se especializarían siempre en aquellos sectores en los que son comparativamente más productivos. Pero en la vida real, esto no siempre sucede.

En estos casos, una menor productividad media, por tanto, no solo se deriva de una menor productividad en cada uno de los sectores de la economía, sino también en una menor eficiencia en la adaptación del modelo productivo efectivo ante las posibilidades de producción. Hay que saber exactamente cual es nuestro problema (el modelo productivo, o la baja productividad de nuestros sectores) o, sobre todo, en qué grado lo es cada uno, para saber por donde intentar atacar este grave problema.

Lo primero que quiero hacer es una sencillas gráficas exponiendo la especialización productiva de unos cuantos países de nuestro entorno.
Para saber la especialización de cada país, se compara el peso de un sector sobre el total de la economía, con respecto al peso medio de, por ejemplo, la eurozona.
Si la media es que los países dediquen un 30% de su fuerza de trabajo al sector de las artes, y un país dedica el 45%, es porque ese país está fuertemente especializado en el sector de las artes. Dividimos (45/30=1,5), y vemos que cuando los valores sean superiores a 1 nos mostrará especialización productiva. Se puede hacer tanto por trabajadores, como por producción efectiva. Elijo lo primero para después seguir con la exposición.

Los sectores son: (1) Industria. (2) Manufacturas. (3) Construcción. (4) Transporte y comercio. (5) Información y comunicación. (6) Actividades financieras. (7) Act. sobre propiedades. (8) Act. profesionales y científicas. (9) AAPP (defensa, sanidad, educación). (10) Arte y entretenimiento. (11) Agricultura y pesca. 

Así, por ejemplo, tenemos que España está especializada en el sector de la agricultura, la construcción y el comercio (la linea roja es superior a la negra en los números 11, 3, 4 y un poco en 10). Es el claro ejemplo de atascamiento en nuestro modelo productivo, ya que el sector de la construcción ha dado ya todo lo que podía dar (y luego se pasó un par de pueblos más).
Alemania, en cambio, está especialidad en industria, manufacturas y (en menor grado) en arte y entretenimiento.  
Reino Unido está especializada en construcción y actividades relacionadas con la información, las actividades financieras (city) y profesionales. 

Una vez que hemos descompuesto la producción en base a la estructura productiva (es decir, por sectores), podemos ver por un lado, la productividad (medida como el valor añadido partido del total de trabajadores) de cada sector en cada país. Luego podemos calcular la productividad media de cada sector (a nivel europeo, elijo la UE-17) y explicar la diferencia en la productividad media del país (con respecto a la media europea) a través de las diferencias en las productividades de los sectores y a través de la mejor o peor adecuación del modelo productivo.

Lo que se trata es descomponer la diferencia en la productividad media de un país con respecto a la media europea en base a la diferencia en las productividades sectoriales y a la mayor o menor especialización del país en aquellos sectores en los que es más productivo.

Tomemos España, por ejemplo.
La productividad media de España (PIB/Empleo) es un 12,1% menor a la media de la UE-17. Un 85% de esta menor productividad media se explica por la menor productividad de las industrias, y un 15% se explica por una mala estructura de nuestro modelo productivo.
Por ejemplo, España está especializada en transporte siendo que no es un sector donde seamos precisamente competitivos.

En Alemania, en cambio, ocurre lo contrario. Primero vemos cual sería la productividad media si Alemania tuviera la estructura productiva de la media europea (de esta forma, atendemos al conjunto de Alemania como si esta no estuviera especializada en nada, es decir, en el caso en el que su modelo productivo aun no se ha adaptado a la mejor o peor productividad de sus industrias). Haciendo esto vemos que la productividad media de Alemania es un 0,6% inferior a la media.
Sí, Alemania tiene, de media, unos sectores menos productivos que la media europea.
En cambio, la productividad media del país es un 4,2% superior a la media. ¿Por qué? Porque su modelo productivo está muy orientado a aquellos sectores en los que tiene una mayor competitividad. Ocurre (más o menos) lo que veíamos en el ejemplo que explicaba antes con las tablas. Alemania, gracias a la mejor adecuación de su marco productivo, consigue una productividad mayor a la media.

Lo que esto quiere decir, aunque sea obvio, es que no solo hace falta ser competitivo. Hace falta potenciar aquello en lo que se es competitivo.
Usain Bolt no tendría ningún oro si no corriera en las olimpiadas, aunque sea el más rápido del mundo. Y mi abuela registraría una mejor marca que Usain Bolt si este simplemente, se quedara en casa (y a mi abuela le permitieran correr).

En la teoría, donde cada país busca la mayor eficiencia, esto no ocurre. Usain Bolt jamás iría más lento de lo que pueda ir. En la vida real, hay muchos componentes que afectan a la mayor o menos especialización de un país en un determinado sector, no solo la competitividad. Aunque obviamente, hay una relación clara.


En este gráfico podemos ver la relación de los principales países entre la competitividad de un sector (eje horizontal, un valor superior a 1 es que es competitivo) y sí está más o menos especializado en ese sector (eje vertical, un valor superior a 1 implica especialidad productiva). La relación es creciente y casi pasa por el punto (1,1), sin embargo vemos que hay bastantes ineficiencias (países que están especializados en sectores en los que no son competitivos).


Pegas a lo anteriormente comentado:
Antes de acabar quiero matizar algunas cosas. Lo anterior es una explicación básica de por qué es importante la estructura productiva que tenga un país para determinar la productividad media (y por tanto, el PIB per cápita), y no solo la productividad de cada industria.

En segundo lugar, destacar el hecho de que, teóricamente, lo optimo es que cada país se especialice en un solo sector, aquel en el que es más competitivo. Esto obviamente, es imposible (incluso indeseable) en la realidad. Sin embargo si que se puede alcanzar una estructura productiva mucho más centrada en aquellos sectores donde se destaque (como hace Alemania).

En tercer lugar, obviamente un estudio más completo (AKA, mejor hecho) implicaría usar una desagregación mayor de la estructura productiva (y no descomponer la economía solo en 10 sectores). Pero eso habría complicado más lo que es un simple artículo.

En general, por tanto, parece que tenemos 2 problemas básicos en la economía por parte de nuestra estructura de oferta.
Si bien incluso me atrevería a decir que no estamos faltos de competitividad o que nuestras empresas no son mucho menos productivas que las de otros países, nuestros graves problemas se derivan de (1) una estructura empresarial centrada alrededor de las pymes, con una menor productividad con respecto a las empresas grandes (lo cual hace que la productividad media de un sector sea inferior a la media europea ya no solo por las diferencias en las productividades empresariales, si no en la estructura del sector en base a estas) y (2) una estructura productiva que no explota todo lo que pudiera aquellos sectores en los que somos más competitivos y dedica más fuerza en algunos en los que no lo somos.

Sin embargo, cuando hablamos del “cambio” en el modelo productivo, solo hablamos de aumentar nuestra competitividad, bajando salarios. De la estructura de nuestro modelo productivo, de la características de nuestras exportaciones, de la capacidad para integrarnos en los sectores del futuro, ni pio.

Y así nos va a ir.

PD: Todos los datos (producción y empleo por sectores) están sacados de Eurostat, y he empleado los de 2011. 

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