Escrito por Miguel Puente Ajovin en Caótica Economía / @caoticaeconomia
Si esto fuera una novela, y quizás algún día lo sea, Grecia
sería, con todas las de la ley, una protagonista indiscutible. No es que el
resto vayamos muy a la zaga claro, pero Grecia representa en si mismo todo un
contexto que ha llevado a la inestabilidad europea hasta un precipicio del que
muchos dicen que ya hemos saltado.
Ayer fueron, de nueva, unas elecciones que intentaban
recuperar la posibilidad de un gobierno imposible de formar en las celebradas
en mayo, y eso que su sistema permite que el primero sume 50 asientos más para
que la sostenibilidad sea más factible.
Se han escrito ríos de tinta sobre el problema griego, la
tragedia griega, el futuro griego, el euro… y uno sigue teniendo la mala espina
de que son gritos a una pared que no parece querer moverse.
Ayer la gente volvió a votar, y lo cierto es que hay ciertas
cosas que destacar.
En primer lugar, el fuerte impulso de Syriza. Veremos si se
mantiene en el tiempo o no ha sido más que una apuesta social por la ultima
carta. Siendo sinceros, no es muy difícil admitir que desde Europa ha habido un
movimiento, sutil, claro, contra Syriza. Desde aquellos mensajes sobre el apoyo
al euro, que incluso su presidente corrió a desmitificar (nunca nadie dijo que
querían salir el él), al apoyo del rescate, oca, oca, y tiro por que me toca,
volvemos a Nueva Democracia, aquel partido que la lió con el déficit,
posiblemente uniéndose con el PASOK, un partido que ha perdido casi todo el
apoyo que tenía hace apenas unos años. Se buscaba la estabilidad política, y
nada nos hace dudar de que ND se comporte más responsablemente ahora que tiene
a la torika encima. Pero cuanto menos, es irónico.
Esta mala venta de Syriza creo que incluso ha tenido sus
efectos positivos para ellos. Veo factible (aunque no digo que sea el factor
importante) que el sentimiento anti-alemán que pueda existir se haya visto
representado en el partido que más fastidiaba a los alemanes. Una forma de,
“quieres café, por toma dos tazas”. Por eso digo que no sé si será un resultado
estable. Desde luego, partidos como el PSOE (y obviamente el PASOK), deben ir
con seguridad porque su presencia infinita no está garantizada. IU y UPyD están
subiendo con fuerza, y si lo hacen bien pueden mantener los votos de una nueva
generación que tiene al PSOE (y al PP) con opciones nulas de voto.
Sí hay algo que yo no puedo entender. En la pequeña porra
que mantuvimos los compañeros twitteros había algo que compartíamos todos, la
bajada sustancial en los votos a “Amanecer dorado”. Y es que una vez que
ganaron se pudo ver, ya no solo intuir, hasta que punto su extremismo era
ilimitado. Un par de tortas en un debate televisivo nos hacía pensar que,
obviamente, sus votos se recrudecerían. Sí, claro, lo han hecho, un 0,05%. Esa pasividad social ante algo tan duro de entender, me preocupa.
Rajoy tiene que estar tirándose de los pelos, eso sí. Dicen
que la confianza da asco, igual es eso lo que pasa también a un nivel macro.
Tras la “beneficiosa línea de crédito” subió el tipo de interés. Tras la “estabilidad
política pro-euro griega” lo vuelve a hacer, y llegamos al 7,12%. Lo único que
está claro es que tenemos novela para rato.
PD: Conclusiones políticas tenemos todos ;), por favor, siéntete libre de explayarte en los comentarios.
El "problema griego" está lejos de haberse solucionado con las últimas elecciones. En primer lugar, porque no tiene solución. Pero es que si la tuviera, una coalición entre el agua y el aceite jamás dará estabilidad al país. Nueva Democracia y PASOK no podrán establecer un gobierno duradero.
ResponderEliminarPor otro lado, los movimientos de la derecha europea contra Syriza han sido cualquier cosa menos sutiles.
En cualquier caso, creo que Syriza ha respirado aliviada por no haber ganado. Una amalgama de partidos marginales y sin verdadera experiencia en la alta política y con toda Europa en su contra no hubiera sido tampoco la mejor solución, por mucho que perjurara que no quiere salir del euro.