Escrito por Juan Ignacio de Juan en El Economista Perplejo
Ya se han aprobado los presupuestos por el gobierno. Cuando nos anticiparon el cuadro macroeconómico ya nos temíamos algo de lo que finalmente ha ocurrido. Se presentaba un ajuste de tal magnitud que había muy pocas opciones alternativas centrando todo el impacto en una sola dirección: reducción de gastos. También se han aprobado las subidas de la luz y el gas trimestrales, que alumbran más la política que se va a llevar a cabo en este país.
Ya se han aprobado los presupuestos por el gobierno. Cuando nos anticiparon el cuadro macroeconómico ya nos temíamos algo de lo que finalmente ha ocurrido. Se presentaba un ajuste de tal magnitud que había muy pocas opciones alternativas centrando todo el impacto en una sola dirección: reducción de gastos. También se han aprobado las subidas de la luz y el gas trimestrales, que alumbran más la política que se va a llevar a cabo en este país.
Los presupuestos son la plasmación de la política del gobierno en cifras y programas concretos. Como se dice habitualmente, los presupuestos son “política hecha cifras” y donde los ciudadanos comprobamos en qué se va a gastar nuestro dinero y, en consecuencia, las prioridades del gobierno. A falta del elemento fundamental de las modificaciones normativas que, necesariamente, deben acompañar las cuentas frías, voy a analizar las cifras presentadas ya que ni siquiera conocemos la norma como tal.