Aviso de antemano de que es un pequeño ejemplo práctico, en los que parece me estoy especializando ;)
La palabra ahorro es, probablemente, una de las más populares en tiempos como los que corren. Echamos la vista atrás, encontramos un consumo que superaba con creces el que podía dejarnos satisfechos y, ante la escasez actual, nos castigamos: ¡Ay! Si hubiésemos ahorrado...
Pero es que ahorrar no es algo tan fácil; y desde este blog hemos invitado a un par de amigos, George y Lennie, para demostrarlo:
Lennie es un simpático personaje, grandote y torpe a partes iguales, que adora a los conejos, pero es incapaz de atraparlos.
George, por su parte, es un hombre significativamente más hábil que Lennie, pero en absoluto alcanza su tamaño, y pasa auténticos apuros para cargar los fardos de paja que necesita mover a diario en su granja.
Prácticamente hechos el uno para el otro, llegan a un acuerdo: George atrapará conejos para Lennie, que se los comprará a dos monedas por conejo, y Lennie cargará fardos para George, a moneda por cada fardo.
Finalmente, el mejor equilibrio para ambos consiste en que, cada semana, George conseguirá un total de dos conejos (cuatro monedas) y Lennie, a cambio, cargará para él cuatro fardos (también cuatro monedas).
Todo funciona perfecto para ambos. Cada semana, Lennie se hace con dos conejos para acariciar, y George se libra de tener que cargar cuatro fardos, ¿acaso no era lo que pretendían?
Mas, cosas de la vida, ha de acabar llegando el ahorro a complicarlo un poco:
-He pensado, George -anunció de pronto Lennie -que sería bueno que ahorrase algunas de las monedas que me das. Quizás así, aunque tuviese que acariciar menos conejos por un tiempo, podría acabar teniendo muchas muchas monedas para comprarte material de la granja y que me hicieras un pequeño corral para criar mis propios conejos... ¡Podría tener cientos de ellos!
-Em... Lennie -reparó contrariado George, con cierto tono estupefacto -¿y cómo se supone que pretenderías hacer eso?
-Mira mira, te gustará, lo tengo todo pensado: Te cargo los cuatro fardos por cuatro monedas, pero, en lugar de dos conejos, te compro sólo uno, por sus dos monedas... Y así ahorraría dos monedas cada semana. En unas semanas, ¡podría comprarte el corral!
Arrojando su cigarro al suelo, el más pequeño de los dos hombres apoyó una mano sobre su compañero, en un gesto que no venía sino a decir "veamos, a ver cómo de dura tienes esa mollera".
-En verdad eres tan torpe como has parecido siempre, buen amigo. Pero no eres tan tonto. Si nada más me compras un conejo a la semana, ¿cuánto dinero ganaré yo?
-Dos... dos monedas, ¿no George?
-Y, con esas dos monedas que gano, ¿cuánto fardos podré comprarte? ¿seguiré comprándote cuatro, acaso?
-No... -respondió entonces Lennie, visiblemente afligido.
-¿Cuántos podré comprarte, grandullón?
-Dos, George, no te pases. Y no ahorro nada cambiándote dos fardos por un solo conejo, ya, ya lo he pillado.
-No existe el ahorro, Lennie. El ahorro es una ilusión. Y los hombres de verdad no vivimos de eso. ¿Por qué no vas acostumbrándote?
Recapitulando: Lennie decide ahorrar, disminuyendo los ingresos de George, que reducirá sus compras a Lennie hasta que éste vuelva a no ahorrar nada... y un par de tipos que estaban dispuestos a cambiarse cuatro fardos de paja por dos conejos, comenzarán a cambiarse menos.
Curioso, cuanto menos.
¿Significa esto que ahorrar es imposible? No, claro que no. Existen algunas posibilidades en las que nuestros chicos no han reparado: El día que George se percate de que Lennie pretende ahorrar exclusivamente para comprarle un corral a él mismo, podemos dar por descontado que se golpeará la cabeza para castigar su propia estupidez. Efectivamente, no tendría mayor problema en perder algo de dinero durante unas semanas, ¡puesto que habría de recuperarlo todo! El proceso sería el siguiente:
Cada semana, Lennie cargaría los fardos por cuatro monedas, y George le vendería un conejo por dos. Sin embargo, al tiempo, George podría ir construyendo el corral para Lennie. Sabiendo que el grandullón empleará las dos monedas que ha ahorrado en comprar el corral, podríamos decir que George no ha perdido dinero, puesto que el corral que ha estado construyendo “vale” exactamente la cantidad de dinero perdido, que es lo que se pagará por él. Nos encontraríamos así ante lo que sería un claro caso de inversión y, como en nuestra historia, el hecho de que el ahorro exista es perfectamente factible en su convivencia.
No se trata de un mero ejemplo; en términos macroeconómicos, la cantidad total de ahorro e inversión han de ser idénticas para poder hablar de equilibrio. Y debemos poder hablar de equilibrio para poder hablar de sostenibilidad.
Así pues, nos encontramos ante la que probablemente es la identidad más intratable de la economía moderna: Una de las menos intuitivas, pero desgraciadamente elemental. La igualdad ahorro-inversión.
Matemáticamente es mucho más sencillo:
El dinero se mueve hasta distribuirse entre el conjunto de las familias por dos causas: Consumo e inversión.
Renta = Consumo +Inversión(1)
Una vez lo posean, las familias lo emplearán para dos fines: Consumo y ahorro.
Renta = Consumo +Ahorro
Creo que hasta George y Lennie estarán de acuerdo en que:
Consumo +Ahorro = Consumo +Inversión => Ahorro =Inversión
Y terminamos fijándonos en algo: Para que las familias ahorren más, han de consumir menos. Para que ese ahorro se sostenga, hemos defendido que ha de crecer igual la inversión. Por tanto, al hablar de "ahorrar más" estaríamos pidiendo un crecimiento de la inversión ante una disminución del consumo...
Contraintuitivo, por lo pronto. ¿Estamos de acuerdo?
Es por ello que el ahorro, como tal, no es sostenible por sí sólo. El esfuerzo de ahorrar por ahorrar es lo que hubiera llevado a Lennie y George a intercambiar tan sólo dos fardos por un conejo, y si hubieran seguido empeñados en ahorrar habrían acabado con todo intercambio cerrado.
(1) En realidad, estamos obviando en esta relación la existencia de un sector exterior: Lo hacemos con afán didáctico, pretendiendo incidir exclusivamente en la naturaleza del ahorro. La relación exterior no influiría de considerar que el saldo exportaciones-importaciones no varía; de hecho, un aumento en el consumo empeora dicho saldo exterior, haciendo necesario un aumento en la inversión que iguale el aumento en el ahorro más el desajuste exterior para mantener el equilibrio.
Por cierto, pocos economistas habrán tenido esto tan claro como el famoso Keynes.
ResponderEliminarBueno, Malthus dijo algo parecido, aunque Say se lo echó por tierra, y luego vino Keynes a poner paz matizando la paradoja del ahorro.
ResponderEliminarHay que entender primero cuando no se da la igualdad entre ahorro e inversión. Y es que estamos definiendo ahorro como la parte de la renta que no se consume. Muchos pueden decir que todo ahorro es “dinero” que va a parar algún sitio, es decir, que acaba invirtiéndose, pero bien puede atesorarse, que es lo que pensaba hacer primero el bueno de Lennie.
Por cierto, Krugman hizo algo parecido poniendo otro ejemplo bastante famoso: Niñeras familiares.
Seguramente lo tengas mejor estudiado que yo, pero imagino que la relación de Say a la que refieres tiene que ver con el mercado de dinero, que es donde entra en juego la trampa de la liquidez. En el momento en el que a la sociedad le es indiferente la rentabilidad de mantener dinero parado, puesto que lo que pretende es ahorrarlo 'a toda costa', la actividad económica comienza a destruirse.
EliminarNo es que ahora los bancos no tengan dónde invertir el dinero y no ofrezcan tipos de interés por los ahorros que depositemos, que sí lo hacen. Lo que sucede es más bien que toda su inversión se realiza fuera de nuestras fronteras o apostando completamente al futuro, por lo que la actividad se destruye igualmente.
Y me anoto el ejemplo de Krugman para echarle un vistazo, cómo no.
Aquí tienes el artículo: http://www.slate.com/articles/business/the_dismal_science/1998/08/babysitting_the_economy.html
EliminarAquí tenéis un artículo desmenuzando el ejemplo de Krugman de la economía de las niñeras: http://www.juandemariana.org/comentario/3330/krugman/economia/canguros/keynesianos/
EliminarPor cierto, la Ley de Say original (la que enunció Say) tiene poco que ver con la Ley de Say que Keynes refutó.
El problema es que Rallo lo toma como si de un modelo se tratase. Krugman no hizo más que, como German, un símil, una metáfora, un simple ejemplo visual. Pedirle a eso el rigor que necesita un modelo es algo tonto.
EliminarBueno, probablemente haya modelos en esa línea con supuestos simplificadores similares. De hecho, el mismo Keynes en su Teoría General tiene hipótesis también muy discutibles y simplistas, que podrían estar viciando de raíz sus tesis.
EliminarPor otro lado, los supuestos que Krugman hace en su artículo, pese a ser simplemente un símil, son bastante ilustrativos de su modo de pensar sobre los ciclos. Es cierto que siempre hay que simplificar las cosas, pero la elección de qué se simplifica y cómo, revela lo que consideras más esencial en tu esquema.
"pese a ser simplemente un símil, son bastante ilustrativos de su modo de pensar sobre los ciclos",
EliminarModo de pensar que algunos compartimos. Dilapidar a Krugman como un insensato, incorrecto y simplista economista no es un buen análisis de la situación, aunque muchos acaben por tomarlo como tal. Sobre todo porque el que algo sea simple no significa que sea incorrecto, si sigue una estructura lógica correcta.
Con la frase que entrecomillas no pretendía ser despectivo hacia Krugman, aunque no niego mis "desencuentros" con él.
EliminarNo no, no lo decía por ti ;), sino como comentario general. Desencuentros los tenemos todos porque sino solo habría un pensamiento económico único y creo que de lo que más carece la economía es de consenso.
EliminarUn placer leerte por aquí.
¿Pero no depende también la inversión del ahorro? Que A dependa de B y B dependa de A es una relación circular que no me gusta nada.
ResponderEliminarPor otra parte, está el factor tiempo: se puede pagar a crédito.
"La cantidad total de ahorro e inversión han de ser idénticas para poder hablar de equilibrio" La reserva fraccionaria de la banca no destroza esa igualdad, al multiplicar la cantidad de ahorro real?
"Estaríamos pidiendo un crecimiento de la inversión ante una disminución del consumo" Claro, para invertir hay que dejar de consumir...
Lo que me lleva a decir.. ¿Por qué no se titula este post no se puede invertir sin ahorrar? :P
Pretendo escribir una segunda parte sobre todo este lío. La relación es pluridimensional: No es sólo que el ahorro dependa del consumo del que depende la inversión: Es que la inversión es, a su vez, el principal motor de desarrollo económico, y por tanto depende a un mismo tiempo de sí misma para ofrecer rentabilidad.
EliminarY en cuanto a tu pregunta, creo que Miguel la ha respondido perfectamente: El post estudia una sola parte de la relación. Tranquilo, que queda muchísimo por escribir ;)
"¿Por qué no se titula este post no se puede invertir sin ahorrar?"
ResponderEliminarPorque no habla tanto del proceso por el cual al ahorrar se invierte, sino por el cual, si no se invierte se acaba sin poder ahorrar.
Por cierto, hay otra identidad contable sobre este tema de la que he estado leyendo recientemente en mis pesquisas sobre la MMT:
S = (G-T)+(X-M)+I.
Ahí se ve como para que aumente el ahorro, en ausencia de mercado exterior u suponiendo una déficit cero por parte del estado, debe aumentar la inversión.
Como diría el amigo German: "Macho, yo no lo veo." XD Que igual es porque estoy ya con las baterías bajas,pero ¿como un aumento de la inversión puede provocar un aumento del ahorro?
EliminarPiensa que estamos hablando en términos monetarios. Si aumenta la cantidad de dinero, por ejemplo si el BCE emite dinero, y los bancos lo invierten en la economía, fomentando la actividad económica y aumentando la producción, y por tanto, la renta, los individuos obtienen una mayor capacidad para ahorrar. Así, la inversión ha aumentado el ahorro.
Eliminar"Estaríamos pidiendo un crecimiento de la inversión ante una disminución del consumo" Claro, para invertir hay que dejar de consumir...
ResponderEliminarTen en cuenta que por definicion implica acciones intertemporales como bien dices, es decir, invertir consiste en emplear recursos presentes de forma que aumente tu riqueza futura. Esperas una rentabilidad asique en principio si todo te sale como lo planeas, invertir reduce tu consumo actual pero aumenta el futuro.
También nota que sólo es tu consumo individual el que se reduce, pero al invertir ese dinero lo gasta otro por ti.
En el caso de un crédito es mas complicado, porque depende de otros factores como el tipo de interés y las preferencias del individuo.