Enviado por Jose Louzao
"Jamás perteneceré a un club que tuviese a alguien como yo de socio". Esta célebre frase pertenece a GrouchoMarx y, en mi opinión, revela de forma muy clara la poca credibilidad de Grecia. La relevancia no hace únicamente referencia a las artimañas griegas para falsear los datos para incorporarse a la Eurozona o al despilfarro en las finanzas públicas, sino al limitado capital social del país heleno.
Para empezar, quisiera mencionar algunos de los despilfarros del sector público griego. Me llama la atención por ejemplo; que la empresa pública de ferrocarril ingresa al año 100 millones de euros, pero gasta 700 millones en salarios y otros gastos, Otro aspecto que llama la atención es que el salario medio de un empleado de este tipo de empresas es más de tres veces superior al salario medio nacional. Otro de los datos, los cuáles sintetiza de manera perfecta Miquel Roig en su blog de Expansión, que me ha llamado la atención es la escalofriante evasión fiscal que existe en el país frente a un déficit fiscal en 2010 de 24.125 millones de euros.
Con esto, no es de extrañar el escepticismo que hay frente al cumplimiento de Grecia con los compromisos implícitos en las ayudas que recibe de la troika. Ahora bien, ¿es sólo un problema del sector público? La respuesta es, claramente, no.
Desde Adam Smith se ha estudiado de manera intensiva y enfocando desde diferentes puntos de vista los factores que favorecen al crecimiento económico y, por qué no añadir, los factores que favorecen a los problemas económicos. En este caso particular, lo más relevante son los problemas económicos, y especialmente la falta de reglas informales que permitan que los comportamientos individuales no perjudiquen al conjunto de la sociedad; siendo un ejemplo claro la evasión fiscal. El estudio de las instituciones, ese conjunto de reglas formales e informales que inciden en la forma en que las sociedades se organizan, no es nuevo ya que existe una destacada corriente económica ―Nueva economía institucional― que trata de explicar el impacto de estas reglas sobre las sociedades y el crecimiento económico.
La relevancia de las instituciones, tanto políticas como económicas, es clave para un crecimiento y desarrollo económico sostenible así como para favorecer a la cooperación entre individuos y que no sean las minorías las que se ven favorecidas en los procesos de búsqueda de rentas. En este mencionado proceso de búsqueda de rentas, creo fundamental hacer referencia a la Teoría de la Acción Colectiva de Mancur Olson, en la cual pone de manifiesto que sólo los grandes grupos favorecen al crecimiento de la “tarta” económica, ya que la mejor forma de mejorar el bienestar de sus miembros es a través del crecimiento (interés inclusivo). Sin embargo, es relevante mencionar que esta teoría establece como común la existencia de grupos pequeños cuyo objetivo es conseguir una mayor parte de la “tarta” no hacerla más grande (interés exclusivo), y sus intereses son incompatibles con el interés colectivo. A pesar de que la teoría establezca como lo más común el juego de suma cero, es interesante observar lo que ocurre en los países escandinavos, los cuáles son un claro ejemplo de acción colectiva inclusiva, aunque no sólo es debido a que son países de grandes grupos sino a la existencia de un importante capital social que incita a los miembros de la sociedad a cooperar para alcanzar una mayor prosperidad.
De esta forma, la clave estriba en la dificultad de implantar con rapidez esa clase de reglas que favorezcan a que el comportamiento individual no tenga efectos gravemente negativos sobre otros individuos. Con pautas de comportamiento ancladas en la sociedad que favorezcan a la cooperación, el problema de la evasión, y cualquier problema derivado de las externalidades sobre el conjunto de la sociedad de las acciones individuales, podría ser corregido mediante la concienciación de los miembros de la sociedad hacia un objetivo común, el de la prosperidad conjunta a partir de la prosperidad individual, de modo que no sólo mejoren las élites sino el conjunto de la sociedad.
Por tanto, se divisa un problema de fondo relacionado con una ausencia de reglas informales, donde tanto el poder político que determina las instituciones económicas de calidad como la capacidad de los ciudadanos en el control de los políticos deberán jugar un papel fundamental para evitar el dominio de las minorías elitistas en su búsqueda de rentas. Así, la cuestión no sólo es cómo cumplir con los objetivos de Bruselas, sino también la necesaria concienciación de la sociedad griega hacia la cooperación entre ellos de modo que se haga menos empinado el camino para salir de la situación en la que están inmersos.
De este modo, el objetivo del artículo es resaltar la importancia de la necesaria existencia de instituciones que incentiven la cooperación entre todos los agentes para favorecer al crecimiento y desarrollo económico; y la frase acabe siendo:
Quiero pertenecer a este club porque hay socios como yo
PD: He elegido Grecia por ser el país más estigmatizado de la Unión Europea. Sin embargo, creo que la necesidad de unas mejores instituciones es aplicable a una multitud de países.
Jose Louzao / @joshlouzao
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