Escrito por Miguel Puente Ajovin en Caótica Economía / @caoticaeconomia
El comercio es una variable algo más compleja de lo que se
pueda pensar. Sobre todo si imaginamos un comercio únicamente movido por la
competencia en precios y las teorías más puras del comercio del lado de la
oferta como puede ser Hecksher-Ohlin (a menudo la más reconocida). Debatiendo
sobre la presencia de Linder en la realidad económica (teoría ligada al lado de
la demanda, en donde los países comerciarán con aquellos que tengan una
estructura de demanda más parecida a la suya), o del poder explicativo que
pueda tener una simple función empírica como pueda ser una función de gravedad
(en comercio), uno se da cuenta de que las cosas no son tan sencillas como:
produzco barato – vendo a espuertas. La proporción de empresas (las pequeñas
son menos proclives a exportar), la distancia geográfica, o (en mucha menor
medida) el idioma, son también tres variables que pueden afectar al comercio.
Sea como sea, lo que quiero plantear aquí es un mero vistazo
gráfico a quienes son nuestros compañeros comerciales (y en qué grado).
Aquí podemos ver el peso (en %) de cada una de las partidas
más importantes del total de nuestras exportaciones.
La cercanía, la moneda única y el tipo de comercio que
mantenemos hace que nuestros principales socios comerciales estén cerca de
nosotros. Por ello Europa ostenta la gran mayoría de nuestro comercio, con casi
un 75% de media constante. La mayoría a través de nuestras exportaciones a
Francia, Alemania, Portugal e Italia.
¡Portugal! Sí, ese país de poco más de diez millones de
habitantes. Le exportamos casi lo mismo que a todo el continente Americano
junto (norte y sur, divididos casi al 50%, aunque el sur ha ganado mucha más
fuerza durante la crisis).
De hecho, si bien podría parecer que conforme los costes de
transporte bajan y la libertad de comercio va en aumento el comercio debería
expandirse, muchos estudios siguen confirmando que la cercanía cada vez importa
más a la hora de comerciar.
Nuestras importaciones tienen ligeros cambios. Asia gana posiciones
como fuente de nuestras importaciones. La suma de todo el continente asiático
la pone en el segundo puesto. Aun así, Europa sigue manteniendo los primeros
puestos. Alemania, como motor exportador de Europa, y fomentando nuestro saldo
exterior negativo, y Francia, nuestro segundo principal socio (al que le
exportamos más de lo que le importamos). Italia tampoco queda muy a la zaga,
casi empatando con China.
Claro que el comercio es, a grandes rasgos, muy diferente.
Con las zonas de Asía, África y (metemos) Rusia, mantenemos un comercio más de
tipo interindustrial (comercio basado en las diferentes ofertas de bienes), de
donde obtenemos la mayoría de las materias primas y la energía. Con el resto de
nuestros socios europeos el comercio, de tipo intra industrial (esto es, entre
industrias parecidas) son más proclives en un país desarrollado.
Más interesante, por tanto, puede ser ver qué comerciamos
con quién. Pero eso lo dejo para más adelante.
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