8 ago 2012

¿Cuántos recortes necesitaríamos para eliminar el déficit?

Escrito por José Luis Ricón en Artir contra el mundo

La pregunta que titula esta entrada (También planteada en ocasiones como ¿Tú qué harías para salir de la crisis? ) es una que, de una manera u otra acaba saliendo cuando se habla con gentes varias sobre la crisis.


Pues bien, la mayoría de veces la respuesta suele centrarse en tres medidas de reducción de déficit: perseguir el fraude fiscal, recortar en autonomías y políticos y recortar en subvenciones y ayudas. (Y subir impuestos a los ricos y perseguir las SICAV, pero esa cantidad es bastante pequeña, incluso sin tener en cuenta la fuga de capitales)

 Poca gente habla de tocar el llamado gasto social: sanidad, educación o pensiones. Es comprensible: es un principio básico recortar empezando por lo superfluo y no por lo que pueda ser más útil. Así que decidí ponerle números a esos recortes que la gente pide tirando de estudios que ya están hechos, de FEDEA para el fraude fiscal, de Juan Ramón Rallo para ayudas y subvenciones, y de UPyD para el recorte autonómico.

 Los datos estarán desactualizados en parte, pero creo que sirven para hacernos una idea de la magnitud que supone la tarea 'reducir el déficit', y debería hacernos ver que incluso habiendo recortado toda la grasa, probablemente haya que recortar también el sacrosanto gasto social.

Otra opción es, claro está, completar lo necesario con subidas de impuestos, pero podrían mostrarse contraproducentes (Como quizá veamos al finalizar el presente ejercicio tributario).

6 comentarios:

  1. La cuestión es que ya han recortado ese gasto social y se han subido los impuestos tanto al consumo como al trabajo, y los recortes superfluos, como son superfluos, y no convienen a los que tienen la tijera en la mano, no se hacen. Que, digo yo, también contribuiría a que el recorte en gasto social fuese menor, ¿no?

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    1. Al consumo, al trabajo y al ahorro y a sociedades. Le han dado a todo lo que se movía. Evidentemente, si se hubiese recortado antes en cosas superfluas, se tendría que haber recortado menos en lo social, con el bonus añadido de que la gente no podría quejarse de los políticos, sus sueldos y tal, porque eso estaría ya recortado y contribuiría a un clima social más pacífico.

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  2. Sin pararme a indagar en los datos: ¿Cuántos de los recortes propuestos por Rallo contribuirían a desemplear mano de obra (cobrar menos impuestos directos, indirectos por reducción del consumo, pagar desempleo) y hasta qué punto crees que está eso medido en su exposición?

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    1. Habría que verlo. Son cifras grandes para en muchos casos pocos trabajadores. Tengamos en cuenta que, por ejemplo, la minería del carbón se lleva un pastizal para mantener a unas 5300 personas. Estadísticamente son pocas. Pero habría que ver cuántas empresas realmente necesitan de esas subvenciones para vivir. De forma agregada, creo (Pero tendría que verlo más a fondo) que sería positivo a largo plazo, y puede que no a corto.
      Hay un tema que hay que mencionar, y es que determinados mercados están adaptados a trabajar con subvenciones o protecciones de alguna clase. Quitárselas de un día para otro es devastador rozando la injusticia. Por tanto los recortes que más pudieran perjudicar a las industrias que viven de la subvención y empleen mucha gente, deberían ser graduales.

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  3. ¿No crees que también hay espacio para una modernización de nuestro sistema fiscal exageradamente pro-cíclico?
    Me gusta la línea que sigue propuesta que se hace desde el blog de Fedea http://www.fedeablogs.net/economia/?p=24062

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    1. Así a priori me parece una propuesta interesante. La eliminación de la deducción por compra de primera vivienda además tendría el efecto añadido de ponerla en igualdad de condiciones con la opción de alquiler, que en comparación con Europa, aquí se practica poco.

      Sobre política fiscal tengo en mente un artículo, pero a nivel de comunidades autónomas para atacar la desvinculación existente entre gastos (deslocalizados en muchos casos en las CCAA) e ingresos (asignados centralmente por el Estado)

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